jueves, 21 de julio de 2011

Bernacho...vivia borracho !

"Bernacho" era un vecino de Comandancia Frías que conocimos apenas nos instalamos en la Escuela Nº 780. Solía venir todos los días pero no a tomar clases en adultos, sino a buscar agua para su mate y su cocina. Siempre supusimos que la dureza con que se expresaba respondía a la soledad que lo abarcaba.
No molestaba mas que para eso por lo que de algún modo se había ganado nuestro aprecio.
Trabajaba mucho a las órdenes de quien lo alimentaba de trabajo y de lo suficiente para sobrevivir: Tío Nelson, esa era la forma en que todos lo consideraban, era el dueño del transporte, de las mercaderías, de las deciciones y de la suerte de todos lo vecinos. Robusto y mas bien bajo, ensayaba todo tipo de artes para hacer negocios. Bromista permanente, solía contar "cosas" de Bernacho que lo pintaban de cuerpo entero. Era carrero de Nelson cuando comenzó a trasladar productos de la zona hacia Salta y regresaba con mercaderías y pedidos de los mas diversos. Días de marcha que solían presentar dificultades de todo tipo.
Alguna vez, sin agua para tomar, buscaban un pozo que decían podía guardar algo en su fondo. Tardaron en hallarlo pero lo lograron cuando mas apretaba la sed y el sol quemaba encima de sus cabezas. Saltaron del carro para clavar los ojos en el fondo del pozo esperando ver el brillo del espejo del agua. Algo aparecía pero no faltaban ramas, baldes oxidados, e incluso algo que parecía una caja de cartón arrojada adrede. Enseguida tiraron el gancho en el extremo de una soga de atar la carga. Debían descubrir bien el fondo para tirar el balde.
Lo que creyeron era una caja, fue un cuero de obeja que seguramente habrían carneado junto al pozo. En contacto con el agua -escasa por cierto- y el calor pronto se lleno de querezas y gusanos. Del olor que emanaba desde el pozo , y en la superficie era insoportable para cualquiera, aunque estee muriendo de sed. Nelson desistió de beberla, pero Bernacho se llevo el balde a la boca como si la sacó fresca y de la nevera.
-Jamás supo de enfermedades- solía decir el "patrón" cuando hablaba de él.
Bernacho sonreía y fregaba el estómago por debajo de la camisa "de siempre". Entonces decía: -sólo tenía un poco de sed !